La curva nos induce a un universo sensual, provocado por los aromas, sabores, colores y texturas que evocan la pasión de la mujer contemporánea.
Desde el inicio del recorrido el muro que forma una unidad con el sillón, atrae al usuario a adentrarse en este espacio. Este elemento lo envuelve dentro de un universo que parece estar en constante movimiento.
El dosel suspendido desde el acceso cae liviano dando final al recorrido, donde un mundo subterráneo de sensaciones espera ser descubierto luego de dejarse llevar.